Patriota peruana,Nació en 23 de junio de 1744 en Tamburco, Abancay, Virreinato del Perú.
Hija de Josefa Puyucahua y de Manuel Bastidas. 
Se casó el 25 de mayo de 1760 con Túpac Amaru —José Gabriel Condorcanqui—, en la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación de Surimana . Tuvieron tres hijos, Hipólito, nacido en Surimana en 1761. Mariano, en Tungasuca el 17 de septiembre de 1762 y Fernando, nacido también en Tungasuca en 1768.
El 4 de noviembre de 1780, fecha en que se subleva Túpac Amaru, después del apresamiento del Corregidor Arriaga y su ajusticiamiento, Micaela reúne ejércitos y redacta proclamas. Se cree que fue la principal consejero de Túpac Amaru, junto al Consejo de los Cinco. Ayudó a su marido en el gobierno de los cacicazgos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca.
LA REBELION: En 1780, agotadas las vías de diálogo con los representantes de la corona española, José Gabriel Condorcanqui inicia un movimiento en contra de la dominación española. Es apoyado por curacas ligados a hacendados de Cusco unidos en contra de la nueva aduana, criollos, indios y mestizos. En ese momento adopta el nombre de Túpac Amaru II en honor de su antepasado el último Inca de Vilcabamba. El 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru II dio el primer grito de libertad y difundió una proclama independentista, dando comienzo a la rebelión de Túpac Amaru II. El corregidor Antonio de Arriaga fue tomado prisionero y condenado a morir en el cadalso. Los rebeldes instalaron su cuartel general en Tungasuca.3
Desde ese momento Micaela se convirtió en la principal consejera de Túpac Amaru II, participó en el juicio sumario contra Arriaga y asumió múltiples roles en el movimiento. Actuaba con dinamismo y persuasión, tal vez más concientizada incluso que su marido, ya que el papel de la mujer indígena era el más vilipendiado por los opresores.
Los indígenas tenían prohibida la tenencia de armas de fuego, uno de los mayores problemas a los que se enfrentaron fue la obtención de armamento. Micaela fue la encargada del aprovisionamiento de las tropas, lo que incluía conseguir y distribuir dinero, alimentos, vestimentas y armas. Expedía los salvoconductos para facilitar el movimiento de quienes viajaban a través de amplios territorios. Estuvo a cargo de la retaguardia indígena, demostrando diligencia y capacidad, implementando medidas de seguridad y luchando contra el espionaje. Implementó un eficiente sistema de comunicaciones, organizando un servicio de chasquis a caballo que llevaban rápidamente información de un punto a otro del territorio rebelde.
Estas mujeres participaban también en la batalla, junto a sus hijos y maridos. También lo hacía Micaela, quien con su carácter enérgico infundía aliento a Túpac Amaru desde el mismo campo de batalla. Luego del triunfo de Sangarará fue constituida jefe interino de la rebelión.
El 18 de noviembre de 1780 el ejército de rebelde vencía a los españoles en la batalla de Sangarará. Túpac Amaru expidió un mensaje a los pueblos del Perú, convocando a los criollos a unirse a la causa india: “Vivamos como hermanos y congregados en un solo cuerpo. Cuidemos de la protección y conservación de los españoles; criollos, mestizos, zambos e indios por ser todos compatriotas, como nacidos en estas tierras y de un mismo origen”.
En marzo de 1871 el ejército de Túpac Amaru contaba con siete mil hombres y mujeres dispuestos a pelear hasta la muerte contra la corona española, quienes proclamaron a Túpac Amaru II como Emperador de América.
En testimonios de la época es Micaela quien aparece como principal estratega a través de tareas políticas, militares y administrativas y principal consejera del líder. Con su sólida convicción, claridad de pensamiento y alta intuición, se convirtió en el sexto sentido de la rebelión.
Túpac Amaru es hecho prisionero y condenado a muerte y el 18 de mayo de 1781 fue descuartizado. A Micaela Bastidas se ordena ahorcarla muriendo ese mismo día en Cusco. Su cuerpo fue arrastrado y descuartizado, al igual que se hizo con su marido.
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